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¿Por qué se incinera con ataúd? Conoce los motivos

La decisión de incinerar a un ser querido es profundamente personal y viene acompañada de diversas preguntas, especialmente en torno al proceso mismo. Una de las preguntas que más nos hacen en Funeraria La Milagrosa es acerca de los ataúdes y su uso en el proceso de cremación. Esta duda, que puede parecer sencilla a primera vista, esconde detrás una complejidad de razones tanto prácticas como normativas.

Este post busca aclarar este y otros interrogantes, proporcionando información clara y precisa sobre la incineración, desmontando mitos y explicando las razones que envuelven este proceso.

¿En la incineración se quema el ataúd?

La respuesta corta es , el ataúd se quema durante el proceso de incineración. Esto puede sorprender a algunos, pero hay razones prácticas y normativas detrás de esta práctica.

Primero, el uso del ataúd en el proceso de cremación cumple una función esencial en el manejo y respeto hacia el cuerpo que va a ser incinerado. Los ataúdes para incineración están diseñados específicamente para ser parte del proceso de cremación, garantizando que el cuerpo se maneje de manera digna y respetuosa desde el momento en que llega al crematorio hasta que se completa el proceso de incineración.

Además, el ataúd facilita un proceso de cremación más eficiente y seguro. Durante el proceso, el ataúd ayuda a mantener una temperatura constante y adecuada que es necesaria para una incineración completa y homogénea del cuerpo.

se quema el ataud en la incineracion

¿El ataúd se quema al incinerar un cuerpo?

Durante la incineración, el ataúd juega un papel crucial. Se incinera junto con el cuerpo, sirviendo como receptáculo y facilitando un proceso más eficiente y respetuoso.

Pero hay que tener presente que no todos los ataúdes son iguales. Existen algunos fabricados con materiales que arden fácilmente, y otros, construidos con maderas más robustas, que pueden demorar más en incinerarse completamente. Aun así, con el tiempo, estos ataúdes de madera dura también se convertirán en cenizas.

Es crucial que los seres queridos del fallecido entiendan que tienen la libertad de seleccionar el tipo de ataúd para la cremación. Si su preferencia se inclina hacia un ataúd que se desintegre rápidamente, tienen la opción de elegir uno hecho de materiales más ligeros, como el cartón o el mimbre.

¿Qué le sucede al cuerpo cuando lo incineran?

Durante el proceso de incineración, el cuerpo experimenta una transformación completa bajo temperaturas extremadamente altas, generalmente unos 800°C. Este intenso calor descompone rápidamente los tejidos corporales y vaporiza los líquidos, dejando solo los huesos calcinados.

Estos restos óseos, una vez terminado el proceso, son cuidadosamente recogidos y triturados hasta obtener una consistencia fina, conocida comúnmente como cenizas. Estas cenizas blanquecinas son entregadas a los familiares en una urna, permitiéndoles decidir el destino final de acuerdo con los deseos del difunto o de la familia.

¿Cuánto tiempo se tarda en incinerar a una persona?

El tiempo necesario para incinerar a una persona puede variar dependiendo del tipo de ataúd y del propio crematorio, pero generalmente se encuentra entre 1 y 3 horas. Este tiempo puede fluctuar dependiendo de varios factores, incluyendo el tipo de ataúd utilizado, las características específicas del cuerpo, y la tecnología del crematorio.

Los ataúdes diseñados específicamente para incineración, por ejemplo, están hechos para asegurar una combustión eficiente, lo cual puede influir en la duración del proceso.

¿Qué se hace con las cenizas de un familiar?

Después de la incineración, las familias tienen varias opciones para honrar la memoria de su ser querido. La decisión es profundamente personal y varía según las preferencias individuales, tradiciones familiares, o incluso los deseos expresados por el difunto antes de su fallecimiento. Algunas familias optan por conservar las cenizas en una urna en la vivienda familiar, lo cual les permite sentir una conexión simbólica con el fallecido.

Por otro lado, hay quienes eligen esparcir las cenizas en un lugar significativo para el ser querido en vida. Algunas familias eligen el lugar donde el fallecido se crio o vivió, una ciudad que fue importante para el fallecido o incluso el mar. Esta acción puede ser una forma poderosa de honrar la memoria del difunto, permitiendo que «regrese» a un lugar de importancia personal.

Otros deciden dividir las cenizas entre varios miembros de la familia, permitiendo que cada uno realice su propio ritual de despedida o conserve una parte de las cenizas. Independientemente de la elección, es crucial considerar las leyes y regulaciones locales, asegurando que estas decisiones se tomen de manera legal.

se incinera con ataud

Desmontando mitos acerca de la incineración

La incineración, como opción post-mortem, está rodeada de numerosos mitos y leyendas extendidos en la cultura popular que pueden generar dudas o inquietudes a los familiares. A continuación, desmontaremos algunos de los mitos más comunes acerca de este proceso:

  • El ataúd no se quema y se reutiliza: Este es uno de los mitos más extendidos y completamente falso. Durante el proceso de incineración, el ataúd se quema completamente junto con el cuerpo. Los ataúdes para incineración están diseñados específicamente para asegurar su completa combustión, garantizando que no queden residuos y que el proceso sea lo más eficiente y respetuoso posible. Todos los ataúdes son siempre de primera mano.
  • Las cenizas que se entregan a las familias pueden contener restos de otras personas: Este también es completamente falso, por lo menos en España. Los crematorios de última tecnología aseguran que cada incineración se realice de manera individual y que las cenizas recolectadas sean exclusivamente las del ser querido.
  • La incineración es perjudicial para el medio ambiente: Aunque la incineración implica la emisión de gases, los crematorios modernos están equipados con sistemas de filtración avanzados que reducen el impacto ambiental a prácticamente cero. Estos sistemas aseguran que las emisiones cumplan con las regulaciones ambientales más estrictas, haciendo de la incineración una opción considerablemente más ecológica de lo que muchos creen.
  • La incineración es una opción reciente y sin tradición: Este mito ignora el hecho de que la incineración ha sido una práctica común en muchas culturas a lo largo de la historia. En algunas tradiciones como la vikinga, la incineración ha sido una opción preferida o sagrada durante milenios, reflejando la diversidad de creencias y prácticas alrededor del manejo de los fallecidos.

Razones legales y normativas detrás de la cremación con ataúd

En España, el proceso de cremación y el uso obligatorio de ataúdes durante este procedimiento no solo responde a razones prácticas o de dignidad; también hay fundamentos legales y normativos.

El Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, aprobado por el Decreto 2263/1974, de 20 de julio, esta diseñado tanto a nivel estatal como autonómico para proteger la dignidad del difunto y el mantener la salud pública, estableciendo un marco legal claro y detallado para la realización de cremaciones.

Esta legislación especifica que cada proceso de cremación debe realizarse de manera individual y en ataúdes que cumplan con ciertos criterios de combustibilidad, seguridad y respeto al medio ambiente. Los materiales utilizados en la fabricación de estos ataúdes deben ser capaces de garantizar una combustión completa, evitando la emisión de sustancias tóxicas y minimizando el impacto ambiental.

Además, la Ley 20/2009, de 4 de diciembre exige que las instalaciones de cremación estén equipadas con sistemas de filtrado avanzados para reducir al mínimo las emisiones nocivas, cumpliendo con la normativa ambiental. Los ayuntamientos y comunidades autónomas pueden tener sus propias normativas adicionales que regulan los detalles específicos del proceso de cremación.

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