El concepto de eternidad se refiere a la duración infinita, sin principio ni fin, trascendiendo el concepto de tiempo tal como lo experimentamos en la vida. En el contexto de la religión cristiana, este término adquiere una connotación especial, sugiriendo una continuidad más allá de la existencia física, ofreciendo consuelo en la promesa de un legado perdurable o una existencia espiritual sin fin.