Una máscara mortuoria es un molde o una impresión del rostro de una persona recién fallecida. Históricamente, estas máscaras se utilizaban para preservar un recuerdo visual del difunto y eran comunes en diversas culturas. La máscara se creaba vertiendo un material, como yeso o cera, sobre el rostro del fallecido para capturar su apariencia exacta.