La momificación es un proceso ancestral de conservación de los cuerpos después del fallecimiento, destinado a preservarlos de la descomposición. A través de técnicas específicas, se busca mantener la integridad física del difunto por largos períodos, reflejando creencias en la vida después de la muerte. El término puede evocar prácticas de preservación que honran el deseo de recordar a los seres queridos tal como eran.