La última imagen al despedirse de un familiar fallecido deja una impresión duradera en los corazones de la familia, especialmente porque marca la última ocasión en que se verá a esa persona. En situaciones en las que el fallecimiento ocurre bajo circunstancias difíciles, resultando en alteraciones en el aspecto físico, se realiza una reconstrucción para facilitar una despedida respetuosa antes de su inhumación.
Aunque la tanatoplastia no es oficio popular, este servicio funerario desempeña un papel importante en proporcionar consuelo durante el momento final de despedida para numerosas familias. En este articulo nos adentraremos en el tema, explorando no solo los aspectos técnicos de la reconstrucción de cuerpos, sino también su significado más profundo y el consuelo que puede brindar a aquellos que enfrentan la pérdida.
Tanatoplastia: Significado y orígenes
La tanatoplastia se ha convertido en un componente crucial dentro de la industria funeraria, brindando un último servicio de respeto y amor hacia aquellos que ya no están. El origen del termino «tanatoplastia» tiene raíces más antiguas de las que podríamos imaginar, proveniente del griego «thanatos», es la parte que nos habla de la muerte, mientras que «plastia» hace referencia a la formación o moldeado.
Pero, ¿qué involucra exactamente este término y cómo se integra dentro de los servicios funerarios?
¿En qué consiste la Tanatoplastia?
Perder a un ser amado representa un duro golpe emocional para los familiares, especialmente bajo circunstancias trágicas como un accidente de tráfico u otros sucesos impactantes que resulten en lesiones graves o deformaciones físicas. Comúnmente, estas intervenciones se enfocan en el rostro, por ser el aspecto más reconocible de la persona, aunque también pueden extenderse a otras áreas del cuerpo que hayan sido afectadas como las manos.
La tanatoplastia abarca todo el conjunto de técnicas, protocolos y procedimientos quirúrgicos que se aplican para la conservación, embalsamamiento, restauración, y presentación del cuerpo del difunto, buscando mantener su aspecto lo más natural y sereno posible para el último adiós.
Con el propósito de permitir un adiós digno con el ataúd abierto, se aplican diversas técnicas, incluyendo el uso de productos químicos para la desaparición de los hematomas, así como la recreación de zonas corporales mediante plastilina, cera y otros materiales.
¿Se incluye dentro de los servicios funerarios?
La tanatoplastia se considera un servicio funerario esencial dentro de las ofertas de una funeraria. El tanatopractor es la persona encargada de realizar la reconstrucción facial del fallecido. Dada la delicadeza y la importancia de esta labor, es crucial que estos profesionales posean una alta capacitación para asegurar un trabajo de reconstrucción de alta calidad.
El origen histórico de la tanatoplastia
La practica de la tanatoplastia tiene sus raíces en prácticas antiguas que se remontan a miles de años atrás, evidenciando el deseo humano de preservar a los seres queridos después de su muerte. Desde su origen esta practica revela una profunda conexión con las tradiciones y rituales que rodean la muerte y el duelo en diferentes culturas.
Algunas practicas como el embalsamamiento se pueden rastrear hasta el Antiguo Egipto donde era una parte crucial en los rituales de sepelio de faraones y otras figuras de alto rango. La civilización egipcia eran firmes creyente en la vida después de la muerte, consideraban el cuerpo como el contenedor esencial para el alma en su travesía hacia el más allá. Para preservar estos cuerpos, desarrollaron técnicas sofisticadas para su tiempo como la extracción de órganos, la utilización del natrón o el relleno de las cavidades corporales para mantener la apariencia física del fallecido. Esta practicas, aunque primitivas en comparación con las actuales, constituyen los cimientos sobre los que se ha construido la tanatoplastia actual.
Con el paso del tiempo, estas técnicas se fueron refinando y adaptando a las necesidades y creencias de diferentes épocas y culturas. No fue hasta el siglo XIX cuando la tanatoplastia comenzó a tomar una forma más cercana a lo que conocemos hoy. La guerra civil estadounidense, fue la precursora del desarrollo de técnicas y químicos específicos para la conservación a largo plazo del cuerpo. Desde entonces y hasta la actualidad, la tanatoplastia ha continuado evolucionando, con avances en las técnicas de conservación y restauración que permiten una presentación cada vez más natural y respetuosa del difunto.
¿Cómo es el procedimiento de reconstrucción de un cadáver?
La reconstrucción de un cadáver es un procedimiento que se debe realizar con el máximo respeto y delicadeza, utilizando productos especiales que ayudan a preservar la apariencia física del difunto por más tiempo.
A continuación, se detallan los pasos esenciales en el procedimiento de reconstrucción de un cadáver:
- 1. Evaluación inicial: El primer paso implica determinar cuáles son las zonas afectadas que requieren ser restauradas, junto con cualquier detalle particular que necesite ser reconstruido para representar de forma precisa el aspecto del fallecido.
- 2. Limpieza y desinfección de todo el cuerpo: Antes de proceder con cualquier restauración, es esencial realizar una limpieza y desinfección minuciosa del cuerpo, aunque se vaya a trabajar únicamente en el rostro y las manos. Este paso es crucial para eliminar cualquier partícula extraña y adecuar la superficie corporal, evitando así daños posteriores.
- 3. Proceso de embalsamiento: Se inyectan fluidos conservantes y desinfectantes para retardar la descomposición y mantener la apariencia física del difunto.
- 4. Reconstrucción facial y craneal: En casos de daño o deformidad, se utilizan materiales como cera, plastilina o resinas para reconstruir las características faciales y la forma del cráneo. Por su parte, el yeso se destaca como un recurso ampliamente utilizado en estas reconstrucciones gracias a su versatilidad para ser modelado y conformar distintas partes.
- 5. Restauración del cabello y maquillaje: Si es necesario, se procede a la restauración del cabello, incluyendo el peinado o incluso la colocación de pelucas. Luego, se aplica maquillaje para devolver al rostro un aspecto natural.
- 6. Vestimenta del difunto: El último paso es vestir al difunto con la ropa seleccionada por la familia, asegurando que su presentación sea digna y respetuosa.
Los cambios físicos que ocurren en el cuerpo después de fallecer pueden alterar la apariencia de una persona. Sin embargo, mediante el uso de ciertas técnicas, es posible restaurar en gran medida el aspecto que tenía en vida.
Diferencias entre la Tanatoplastia y la Tanatopraxia
Aunque parecen conceptos similares y a menudo se confunden, tanatoplastia y tanatopraxia son disciplinas completanarias que presentan alguna diferencia. La tanatopraxia se enfoca principalmente en las actividades de conservación y cuidad estético del cuerpo a través del embalsamamiento, retardando el proceso de descomposición. La tanatoplastia, por otro lado, abarca un espectro más amplio, incluyendo no solo la conservación sino también la restauración estética del cuerpo.
Podríamos decir que la tanatopraxia implica aplicar diversas técnicas tanatoplásticas al cuerpo sin vida, con el objetivo de conferirle un aspecto más realista y estéticamente agradable a los difuntos.
Diferencias entre Tanatoplastia y Tanatoestética
Por último, es importante distinguir entre tanatoplastia y tanatoestética. Mientras que la tanatoplastia incluye técnicas de conservación y restauración, la tanatoestética se centra en la presentación estética del difunto, como el maquillaje, peinado, y vestimenta, desde el enfoque de la belleza, buscando siempre ofrecer una imagen serena y digna para el último adiós.
La elección de integrar la tanatoplastia dentro de los servicios funerarios es un testimonio del cuidado y respeto hacia el proceso de duelo de las familias. En Funeraria La Milagrosa, comprendemos la importancia de este momento y nos comprometemos a ofrecer un servicio que honre la vida de aquellos que han partido, facilitando un adiós lleno de paz y dignidad.